El destino es así de caprichoso. Un individuo, Charles Blazer, cuyo apellido se da la mano -fonéticamente- con el del presidente dimisionario de la FIFA, ha sido quien, con un testimonio en sede judicial en 2013, ha puesto patas arriba a la más grande organización del deporte mundial.
Hemos contado ya en IUSPORT cómo la Fiscalía de EEUU cuenta con indicios de sobornos en FIFA que se remontan al año 1996.
La Fiscalía de EEUU, que comenzó a investigar el caso FIFA en 2013, con las declaraciones tomadas a Chuck Blaze a propósito de determinados sobornos, cuenta en estos momento testimonios que acreditarían estas prácticas desde el año 2004.
El 25 de noviembre de 2013, el ahora desacreditado funcionario de la FIFA Chuck Blazer, se presentó ante un tribunal en Nueva York y se declaró culpable de 10 cargos en su contra.
Los documentos judiciales, que fueron hechos públicos este pasado miércoles, muestran que Blazer admitió haber recibido sobornos de licitadores para los Mundiales de 1998 y 2010.
Su declaración de culpabilidad condujo al establecimiento de un extenso caso de corrupción vinculado al organismo rector del fútbol y a la presentación de cargos contra 14 personas, incluidos funcionarios de la organización y ejecutivos deportivos.
Blazer había sido desde 1997 hasta ese año miembro del comité ejecutivo de la FIFA. Antes se había desempeñado como el segundo funcionario más alto de la CONCACAF, la confederación de asociaciones de fútbol de América del Norte, Central y el Caribe.
Los cargos en su contra en 2013 se relacionaban a eventos que involucraban «un intercambio de pagos ilícitos para un propósito u otro», en una organización -la FIFA- que el tribunal identificó entonces como una empresa RICO.
«RICO es un acrónimo de Racketeering Influenced Corrupt Organization (Organización Corrupta Influenciada por Asociación Delictiva)» dice la transcripción del tribunal.
En 2013 Blazer se convirtió en el principal testigo de la investigación de EE.UU. sobre corrupción. Su admisión de culpabilidad en algunos cargos formaron parte de un acuerdo con la fiscalía para la disminución de su condena.
El acusado también declaró: «Comenzando en o alrededor de 2004 y siguiendo hasta fines de 2011, yo y otros en el comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos en colaboración para la elección de Sudáfrica como nación anfitriona del Mundial del 2010» declaró el exfuncionario de la FIFA.
Agregó que «él y otros acordaron aceptar sobornos y pagos ‘por debajo de la mesa’ en colaboración para la transmisión y otros derechos» de varios torneos de la Copa de Oro de la Concacaf en 1996, 1998, 2000, 2002 y 2003.
